Tu primera política de IA es una sola hoja.
Tu equipo ya está usando ChatGPT y Gemini. Pero lo hacen sin reglas. Sin directrices. Sin supervisión. Es una anarquía silenciosa. Y sientes el vértigo del riesgo, pero te paraliza la complejidad. «Gobernanza de IA», «marcos éticos»… Suena caro, lento y abstracto. Tranquilo. La solución no es un proyecto de seis meses. No requiere un…