El Conocimiento Tácito de tu Experto es tu Mayor Riesgo.
Así se Sistematiza en 15 Minutos.
En tu empresa hay un conocimiento invisible.
El «cómo se hacen las cosas de verdad».
No está en ningún manual. No está en tu CRM. Está en la cabeza de tu experto.
Su intuición. El atajo que solo él conoce. La solución que improvisa bajo presión.
Es tu activo más valioso. Y tu mayor riesgo.
Porque cada día, ese conocimiento se va a casa. Y no vuelve. Hasta ahora, extraerlo era una pesadilla. Hoy, es un sistema de 15 minutos.
El problema no es tener expertos. El problema es que su conocimiento sea un secreto. Una dependencia. Una vulnerabilidad silenciosa que te hace increíblemente frágil.
La solución es dejar de depender de la memoria de una persona y empezar a construir un cerebro para la organización.
Hasta hoy, esto significaba entrevistas interminables. Manuales que nadie leía. Procesos que morían al día siguiente de nacer.
Hoy, tienes una herramienta para hacerlo: la Inteligencia Artificial. La IA es la llave maestra que abre esa caja fuerte.
El método es insultantemente simple. Y funciona.
1. Graba. Pídele a tu experto que, mientras trabaja, explique lo que hace en voz alta. Sin filtros. Como si se lo contara a un novato. Grábalo en audio.
2. Transcribe. Usa una IA para convertir esa grabación en texto. Tarda segundos.
3. Sistematiza. Entrega ese texto a un Modelo de Lenguaje (ChatGPT, Gemini, Claude).
Dale esta instrucción:
«Actúa como un experto en optimización de procesos. Convierte esta transcripción en un Procedimiento Operativo Estándar (POE). El resultado debe ser tan claro que un novato pueda ejecutarlo sin ayuda. Cero ambigüedad.»
Pega el texto.
4. Centraliza. Vuelca ese POE en tu base de conocimiento (Notion, un Google Doc, donde sea).
Acabas de crear el primer ladrillo de tu cerebro organizacional.
Esto no es un proyecto. Es un sistema vivo. Un sistema que reduce errores. Que acelera la formación de días a horas. Que libera a tu gente de talento para que innove, no para que repita.
Tu trabajo ya no es apagar fuegos. Es ser el arquitecto del sistema que los previene.
Deja de gestionar personas. Empieza a construir el cerebro de tu empresa.